domingo, octubre 01, 2006

Iberia 6830 19-A

Y de repente me llegaron las 20:30 pm sobrevolando el Atlántico ¿O debería decir las 2:30 am del 1 de octubre? Bueno, el caso es que aquí estoy, volando en el avión (Iberia 6830) con destino a Madrid en el asiento 19 A.
Escogí la ventana. Buena elección. Pude ver hermosa la Cordillera de Los Andes (en la foto) y el ocaso mientras pasábamos el inmenso Amazonas. Sí, porque a medida que avanzamos perseguimos a la noche.
Sin embargo, desde este puesto no alcancé a ver ninguna película ya que quedé justo en el puesto más alejado de las pantallas. O bien, justo a la altura de mi fila comienza una nueva oferta de reproductoras. Por ello me perdí las tres películas que dieron a bordo: Annopolis, Sin Ti, Un franco, 12 pesetas ¿La verdad? Ninguna me tincaba.

¿El otro pero? No he dormido nada y llegaré a la capital española con mucho sueño nada más y nada menos que al amanecer. Un mal presagio para poder aprovechar mi primer día en la Madre Patria.

No importa. A pesar de lo incómodo (que igual creo que ha sido bastante más cómodo que la otra vez que fui a Europa) el vuelo hasta el momento se me ha pasado (cliché) “volando”.

Se preguntarán ¿quién me tocó al lado? Pues puedo decir que se llama Conchi y es muy simpática…

Conchi es una señora que ha recorrido mucho el planeta y que tiene a su mejor amiga en Córdoba, Argentina, país al que viene más que a menudo. Es profesora hace más de 30 años y es originaria de San Sebastián, País Vasco, por lo que me dio un muy buen apronte de su vecina provincia de Navarra y por supuesto, Pamplona.

(En la foto junto a Nicole en Barajas).

Otro tema es la comida. A eso de las 14 horas de Chile (porque ahora eso lo debo especificar) nos dieron el almuerzo. Me tocó (sin elección) “carne con papas”. Quedé bien satisfecho.

Eso es desde el mismísimo avión. Los nervios y las ansias aún no se pasan, ya que en cada minuto que pasa se acerca lo más importante, conocer al resto de los becarios e instalarme en Madrid. Eso como primer paso.

1 comentario:

Miguel Ortiz A. dijo...

que envidiaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa