domingo, octubre 01, 2006

En el Sol de Madrid (1era parte)

El calor nos pilló en Madrid. No sé cuántos grados hicieron hoy, pero el ambiente a eso de las 12 se empezó a poner denso, húmedo y no aguanté más el estar sin ducharme.

Claro, arribé a la capital española a las 6:34 am con una noche oscura en fase culminante. Ya a esa hora se sentía calor (el cual se multiplicaba con el acarreo de las maletas).

Llegué al nuevo aeropuerto de Barajas, al cual se le han agregado nuevos (y gigantes) terminales que no son muy a gusto de los españoles y los usuarios por las grandes distancias que obliga a recorrer (ejemplo: estas infinitas escaleras mecánicas).
Por ejemplo, desde el terminal internacional se debe tomar un metro tren (un par de minutos) para unir el kilómetro y pico de distancia (como dicen los oriundos de acá) que existe con la cinta donde los pasajeros acuden raudos y preocupados a por su equipaje.
Con Nicole fuimos los primerios becarios en llegar. Luego lo hizo Fernanda, sin embargo, no la vimos. Después se suponía que lo harían Luis Miguel, Víctor y Vanessa... sin embargo los minutos y las horas pasaron y no los vi por ningún lado.
Ante el desconcierto y la desorganización me vi obligado a improvisar. Eran las 9:30 am y estaba solo en el aeropuerto de Madrid, ya que Nicole ya había partido a su alojamiento.
Yo en cambio alojaba en el Hostel Los Amigos con las reserva que había realizado Luis desde Caracas.
Empero este hostel tiene dos caras: una en el sector "ópera" y otra cercana a la Puerta del Sol (foto abajo), léase como la Plaza de Armas de Santiago, ya que allí se encuentra el kilómetro cero.
¿Cuál era? Me dio rabia no haberle preguntado antes, y luego que los minutos pasaban, me decidí y tomé el comodín del 50/50. Opté por "Sol" y me dirigí a gastar euros en un taxi.

Cuando la decisión estaba tomada una becaria paraguaya de la Fundación Carolina llamada Adriana, que a todo esto yo no tenía idea quién era entonces, se me acercó y preguntó si yo también era "becario". Entonces miré al grupo de personas a quienes ella auspiciaba y me di cuenta que allí estaba Fernanda... una luz en el túnel (continuará).

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