Agur pintxos!
Sábado 30 de junio. 10 am...
Eran mis últimas horas en Pamplona. Mis últimos momentos en aquella ciudad que cambió mi vida ¿Qué podía hacer?
Mmm... ¡Obvio! Salir, dejar, irme de Pamplona e ir a la costa, a San Sebastián, a comer sabrosos pintxos.
La idea estaba en mi cabeza. Sin embargo a las 12 tenía una cita imperdible con 21 personas más sobre un césped rayado con dos arcos de tres palos cubiertos con mallas. Era mi despedida de las redes de la Universidad y no defraudé.
Formé parte del "tridente chileno" (Sebastián Garcés, Juan Monckeberg y yo); el master Luis anotó un golazo; "el Real Madrid individualizado", o sea, nuestro querido maestro, Alfonso Sánchez Tabernero, ganó con nosotros; y además marqué.
Luego fui a despedir de Fer y Nata en Iturrama y luego cumplí mi sueño y partí a San Sebastián, junto con Oscar, a comer los deliciosos pintxos (aún siento que era una de las mejores maneras de despedirme de esta bella tierra).
Volví a eso de las 22. Comenzó lo difícil. Hacer maletas y las indeseables "despedidas". En casa de Cristi y Gloria, junto a Oscar estuvimos hasta las 4:30. Luego salí a la calle a tomar taxi. Las líneas ya colapsaban por el inicio de San Fermines. Con los ojos llorosos -y sin una botella de Tolón Tolón que traía de regalo a mi tío Moncho que me quitaron en el aeropuerto- tomaba el avión a Madrid junto a los carolinos Nicole, Luis y Victor.
Adios Pamplona, agur pintxos. Hasta luego. Talogo!
Eran mis últimas horas en Pamplona. Mis últimos momentos en aquella ciudad que cambió mi vida ¿Qué podía hacer?
Mmm... ¡Obvio! Salir, dejar, irme de Pamplona e ir a la costa, a San Sebastián, a comer sabrosos pintxos.
La idea estaba en mi cabeza. Sin embargo a las 12 tenía una cita imperdible con 21 personas más sobre un césped rayado con dos arcos de tres palos cubiertos con mallas. Era mi despedida de las redes de la Universidad y no defraudé.
Formé parte del "tridente chileno" (Sebastián Garcés, Juan Monckeberg y yo); el master Luis anotó un golazo; "el Real Madrid individualizado", o sea, nuestro querido maestro, Alfonso Sánchez Tabernero, ganó con nosotros; y además marqué.
Luego fui a despedir de Fer y Nata en Iturrama y luego cumplí mi sueño y partí a San Sebastián, junto con Oscar, a comer los deliciosos pintxos (aún siento que era una de las mejores maneras de despedirme de esta bella tierra).
Volví a eso de las 22. Comenzó lo difícil. Hacer maletas y las indeseables "despedidas". En casa de Cristi y Gloria, junto a Oscar estuvimos hasta las 4:30. Luego salí a la calle a tomar taxi. Las líneas ya colapsaban por el inicio de San Fermines. Con los ojos llorosos -y sin una botella de Tolón Tolón que traía de regalo a mi tío Moncho que me quitaron en el aeropuerto- tomaba el avión a Madrid junto a los carolinos Nicole, Luis y Victor.
Adios Pamplona, agur pintxos. Hasta luego. Talogo!
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San Sebastián II |
1 comentario:
Ese día fue muy emocional para todos. Era una mezcla de satisfacción, alegría y logro por culminar el máster, pero también nostalgia y tristeza porque se acabó esta étapa de nuestras vidas.
Hablando del futbol ahora jeje, ese día creo que todos metimos aunque sea un gol! El mio, aunque no pareciera, estaba muy contento de hacerlo pero con el calor que hacía no tenía fuerzas para celebrarlo jajaja, empezamos perdiendo por dos goles y luego remontamos de lo lindo... fue bastante bueno!
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